martes, 30 de septiembre de 2014

Pearl Harbor

Estrenamos el blog con una de las mejores películas sobre la Segunda Guerra Mundial, tanto a nivel histórico como a nivel emocional: "Pearl Harbor", de la mano de grandes actores como Ben Affleck, Josh Hartnett y Kate Beckinsale.

Como muchos ya sabréis, Pearl Harbor es un pequeño puerto natural situado en el interior de un lago de agua marina de la famosa isla de Oahu, en Hawai. Se encuentra al oeste de Honolulu, la capital del archipiélago, y allí se sitúa el cuartel general de la Flota del Pacífico estadounidense. Esto se debe a que el 20 de enero de 1887, el Senado americano llegó a un acuerdo con Hawai en el que Estados Unidos podría establecer Pearl Harbor como su base naval a cambio de que los hawaianos pudieran exportar azúcar a Estados Unidos sin pagar tasas aduaneras. Sin embargo, el día 7 de diciembre de 1941, Pearl Harbor se enfrenta al ataque inesperado de la Armada Imperial Japonesa, momento tras el cual Estados Unidos decidirá incorporarse a la Segunda Guerra Mundial.



En la isla podemos encontrar varias placas conmemorativas que recuerdan los nombres de los soldados que fallecieron durante el ataque japonés, gran parte de ellos atrapados bajo el hundido acorazado Arizona.



Actualmente, se ha incorporado la visita en barco a un monumento conmemorativo situado justo encima del lugar donde se hundió dicho barco, el USS Arizona Memorial, uno de los lugares más emblemáticos. Además, puede visitarse el US Bowfin, también conocido como "El Vengador", un submarino estadounidense que se construyó un año después del ataque de Pearl Harbor con la intención de vengar el ataque japonés contra la base naval.

Toda la visita a Pearl Harbor es, por supuesto, gratuita, excepto lugares como el Museo de Aviación del Pacífico o cualquier viaje con destino a la isla contigua, la isla de Ford, que adquiere gran importancia a finales de la guerra.

Finalmente, otro de los grandes lugares que merece la pena visitar es el National Memorial Cemetery of the Pacific (Punchbowl Cemetery), en el que se encuentran enterradas tanto las víctimas del ataque a Pearl Harbor como las de otras importantes guerras que tuvieron lugar en el Océano Pacífico.

"Cuando termina la acción y miramos atrás, entendemos todo más y menos. Una cosa es cierta: antes del ataque de Doolittle, Estados Unidos solo conocía la derrota; después, llegó la esperanza. Japón se dio cuenta de que podía perder, y empezó a retirarse; Estados Unidos se dio cuenta de que podía ganar, y avanzó. Fue una guerra que cambió el mundo. […] Para nosotros la Segunda Guerra Mundial empezó en Pearl Harbor y 1.117 hombres yacen aun en la tumba del acorazado Arizona. Estados Unidos sufrió, pero se hizo más fuerte. No fue inevitable, los tiempos pusieron a prueba nuestras almas, y fue una prueba que superamos".

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Mundos por descubrir

El cine siempre ha sido siempre una de mis pasiones, es un arte inspirador que, al igual que la literatura es capaz de contar cualquier historia. Siempre he disfrutado de las historias, potencian mi imaginación y me permiten descubrir poco apoco los infinitos rincones de la realidad. Una buena película es capaz de transportarme a otros mundos, de vivir parte de otras vidas, y es precisamente por eso por lo que por lo que el cine me resulta tan fascinante, ya que sin ellas nunca hubiera sabido de las hazañas increíbles hazañas de Frodo Bolsón en su travesía hasta Mordor, o nunca hubiera visto a Luke Skywalker triunfar en la Estrella de la Muerte.
Además, el cine no solo se limita a solo a contar una serie de acontecimientos, si no que da la oportunidad de  utilizar todo tipo de recursos para guiar a la vista y al oído para crear diferentes sensaciones e introducirte de una manera profunda las disparatadas situaciones en los que se ven envueltos los  personajes. Las historias que me han contado el cine me han enseñado mucho acerca de la vida, y por lo tanto forman parte de mi mismo.

A través del objetivo

    Abre el armario, saca la maleta, abre los cajones, selecciona ropa, libros, zapatos y cachivaches; ciérrala, prepara un buen mapa y... ¡comienza la aventura!. 
   Esto, querido amigos, es viajar. Es la capacidad de desplazarte a un lugar que desconocías hasta entonces. Es la incertidumbre de si te has olvidado o no el paraguas, las katiuscas, el chubasquero... o si por el contrario necesitas el bikini, la toalla, la crema y las gafas de sol. Viajar es un placer al alcance de todo el mundo, bien sea físicamente o no, a un lugar real o imaginario. Durante muchos años, la literatura ha sido la reina en el arte de crear lugares ficticios. Sin embargo, desde hace bien poco, el séptimo arte se ha impuesto y ha conseguido crear escenarios magníficos, más aún en los último años con los ordenadores y las superproducciones. 
   Así pues, el cine logra transportarnos a lugares casi mágicos, y que la mente humana apenas puede imaginar. Al decir esto, se me viene a la mente la película Avatar, dirigida por James Cameron y que goza de buena posición en mi ranking personal. En la película, se logran escenarios increíbles, totalmente imaginarios e ilusorios, con criaturas fantásticas que se combinan con personajes reales. En Avatar, el espectador siente estar presenciando uno de los viajes más maravillosos que ha hecho en toda su vida, puede sentir cómo vuela a lomos de Turuk, e incluso la tensión y la palpitación de su jinete, que cree ser el mismo espectador. Además, todos estos efectos visuales se intensifican en pantalla puesto que esta ha sido la primera superproducción que saltó al cine 3D.
    A pesar de que los escenarios no son reales, el espectador siente que pertenece a ese lugar y que ha hecho un viaje desde que se ha sentado en la butaca con un cuenco de palomitas, hasta que ve los créditos finales y le invade una sensación de tristeza porque sabe que tiene un billete de vuelta. Sin embargo, el individuo no ha hecho tal viaje en vano, puesto que, ya sea ficticio o real, el mismo viaje siempre le enseña algo al viajero: conocer nuevas culturas, nuevas gentes, nuevos lugares y su distinta naturaleza y costumbres; ayuda a la persona a crecer y a abrirse de mente y pensamiento. 
    Esto es lo que nuestro grupo pretende con este blog, enseñar a sus lectores un horizonte más allá de los típicos destinos vacacionales como Nueva York, Londres o el Caribe; y es que, no hace falta levantarse del sofá para explorar nuevos sitios y tener una visión más amplia del mundo que nos rodea. Sin embargo, no quiero decir que debamos estar todo el día sentados. Al contrario. Debemos salir a la calle y llenarnos las zapatillas de barro y de arena para sentirnos unos verdaderos viajeros, con la mochila a cuestas sin importarnos el camino, sino simplemente el deseo de explorar nuevos lugares, de conocer, y de sentir. 


"Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos".

martes, 23 de septiembre de 2014

Películas, escenas y viajes

Soy Beñat Huartemendia, uno de los alumnos que va a desarrollar este blog. Este tratará sobre películas y los lugares inhóspitos, recónditos o emblemáticos que éstas nos regalan en sus mejores escenas. Se hablará de ciudades, montañas, playas o bosques (etcétera) que han emocionado y marcado a los espectadores del cine. El cine nos brinda muchos tipos de paisajes y cada escena grabada en ellos ha podido entramar dificultades al otro lado de las cámaras. En este blog hablaremos sobre estas películas especiales por los lugares que nos muestran, ya sea por la complejidad de su grabación o bien por su espectacularidad, entre otras cosas.
Para comenzar a ilustrar lo que acabo de explicar, voy a poner un ejemplo. La vida secreta de Walter Mitty es una película que muestra unos paisajes islandeses que hipnotizan al espectador. Al ritmo en que Ben Stiller desciende por una carretera serpenteante en su longboard, uno no puede evitar sentir una sensación de velocidad, del peligro que supone ir a sesenta kilómetros por hora, siendo una tabla lo único que le separa de pegar sus dientes al asfalto.

El cine sirve para mostrar mundos diferentes al que nos rodea. Nos permite sentir y viajar por medio de escenas que nos enseñan realidades más allá de nuestro salón. Para conocer mundo no hay nada mejor que viajar, pero algunas películas también ayudan, además de ser un medio más económico.

Abróchense los cinturones, ¡comenzamos el viaje!

Meter la mano en el bolso. Rebuscar. Agarrar a tientas un cuaderno en el que escribimos todo lo que se nos viene a la mente de manera desordenada. Abrirlo y volver a leer esa inmensa lista de lugares que algún día, en nuestra vida, queremos visitar. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado en esta situación? Y, ¿cuántas veces hemos guardado otra vez esa lista repitiéndonos que algún día, ojalá, se haga realidad? Por este mismo motivo hemos creado este blog. Vamos a empezar este camino, vamos a dar un paso más y vamos a dar una perspectiva más real sobre estos lugares a los que siempre hemos querido viajar, esos sitios de película, como el mismo título del blog lo menciona.
Nuestra intención, en definitiva, va a ser que poco a poco, semana tras semana, esas ganas de convertir en actos vuestras ideas vayan creciendo y que las pistas que demos sobre los lugares más especiales, más encantadores y más de película, os sean de ayuda en vuestro camino. Porque esa es nuestra vida, un viaje, y por qué no convertirla en millones de viajes, en un viaje de viajes que cuando llegue a su fin pensemos en todo lo que nuestras piernas han pisado y recorrido y, aunque las sintamos cansadas, sentirnos orgullosas de ellas por todos los buenos recuerdos que han hecho que podamos guardar en nuestra mente.
Así, esto va a significar ese cambio en nuestras vidas, ese convertir en realidad nuestros sueños. Para eso, remitiremos al origen de muchos de los lugares que hemos escrito en nuestra lista, al cine. Porque eso es lo que todos queremos vivir, un viaje de película o por lo menos, acercarnos a ello.
Con todo esto, me despido hasta la semana que viene. Esperadnos con mapa y lápiz para no perdeos una y, sobre todo, abróchense los cinturones que, ¡comenzamos el viaje!

Abrir los ojos.

Dalai Lama dijo un día: "una vez al año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes".
Creo que es el consejo que mejor define la intención de este blog. Muchas veces, cuando vemos una película, nos percatamos del lugar en el que se encuentran los actores y fantaseamos con la idea de estar allí también, pero nos limitamos a seguir sentados en nuestro sofá y no nos interesamos por nada que se encuentre más allá de la bolsa de palomitas que tenemos delante. 
Nuestro blog tiene la intención de sobrepasar ese límite, de describir los lugares más significativos de las películas y ser capaz de despertar el dormido interés del lector por un nuevo horizonte cinematográfico que puede convertirse en realidad.
Por decirlo de alguna manera, queremos que los diferentes lugares que tratemos en nuestro blog se vuelvan independientes, que vayan cobrando vida; de hecho, la vida siempre se ha identificado, por una parte, con un viaje hacia un destino que nosotros mismos vamos marcando y, por otra, con una película en la que nosotros somos actores protagonistas o secundarios, dependiendo del momento en el que nos encontremos. Juntar ambas metáforas implica conocer y dar a conocer algo tan sencillo como la descripción de los lugares que se vayan tratando, pero algo tan grande como poder abrir los ojos de las personas ante dos de los asuntos más comunes pero más descuidados en nuestra sociedad: el cine y la cultura.